lunes, 5 de marzo de 2012

ROL - Quiero jugar ¿Qué necesito?

Lo único que hace falta para jugar al rol es tener un grupo de gente con que hacerlo, las demás necesidades las implica jugar a un juego concreto y no a otro. Es decir, al igual que hay muchos juegos en que es imprescindible lanzar dados de 20 caras, hay otros en los que no se tira ningún dado, sin embargo todo juego necesita es un master y un grupo de jugadores.



El master, ha sido nombrado a lo largo de toda la sección pero a penas he indicado lo que es. Aunque me reservo una explicación de esta figura para otra entrada, por ahora puedo decir que el master es la figura central de la partida de rol por mucho que alguna gente diga que solo es un participante más. Si el master es malo, la partida será mala, mientras que si es bueno, por muy malos que sean los jugadores, no será demasiado mala. Es importante que el primer master de un grupo de rol sea una persona con ciertas dotes de liderazgo, debe tener muchas ganas de ser master y debe tener ganas de trabajar mucho para conseguir que sus jugadores se diviertan.
Ser master es el papel más difícil que puedes llevar a la hora de jugar rol, pero también es lo más gratificante. Es complicado porque de ti depende que el grupo de jugadores se divierta, y tienes que ir planteando situaciones novedosas e interesantes para mantener su atención; sin embargo, cuando ves que lo has hecho bien, te invade una sensación de felicidad por el éxito conseguido que es difícil de expresar.
Inicialmente el papel de master tiene poco aliciente, porque todos los miembros del grupo quieren jugar y no meterse en el follón de dirigir partidas, pero conforme aumenta tu experiencia con los juegos de rol, te ves en la obligación de hacer de master para avanzar en tu experiencia con los juegos de rol, y descubres lo que puede aportarte, ya que puedes llegar a compartir los sentimientos del resto de personajes además de tener que actuar como tropecientos más.

Hablando más detalladamente del grupo, yo tengo una opinión personal sobre la cantidad de jugadores que debe integrar un grupo, y es que debe ser un conjunto de un master y de tres a cinco jugadores. Esto se debe a que menos de tres jugadores son demasiados pocos como para que la partida no se convierta en un monólogo. Y los jugadores se ven menos interesados en la partida por perder todo el carácter de grupo.
Sin embargo, un grupo de más de cinco jugadores, es incontrolable, el master no puede prestar atención a todos los jugadores, y estos comienzan a aburrirse y a distraer a otros jugadores, por lo que lentamente esto se va propagando. A este fenómeno en mi grupo lo conocemos como "dispersión".
Personalmente puedo decir que la partida más grande en la que he participado era de diez jugadores, y aquello fue una auténtica locura, salí asqueado porque ni siquiera era capaz de escuchar al master narrarnos la situación, y porque hubo un combate... Desde que me tocó a mi la primera vez hasta la segunda ¡Pasaron 30 minutos!.
Sin duda yo al menos prefiero un grupo de dos jugadores a uno de ocho.
Entre seis y siete jugadores todavía puede ser sostenible el grupo, pero eso depende más de las capacidades del director en cuestión.

Resulta evidente, pero creo que debo decirlo. Cuando selecciones tu grupo de juego, debes tener en cuenta que deben ser gente que se lleven bien entre si y que les guste el rol, pero es más importante que se lleven bien entre si, ya que un jugador al que no le guste demasiado los juegos de rol, puede llegar a aficionarse, pero si el grupo no se lleva bien entre si... será imposible.

Otro tema que creo que haría falta tratar es cómo elegir juego. No en todos los grupos funcionan todos los juegos, puede que en un grupo solo se quieran realizar combates ignorando la faceta social, o puede que otro prefiera un juego de rol en que sean capaces de crearse personajes invencibles. En mi caso, lo que más me gusta de un juego de rol es la interpretación, y creo que en general también es lo que más no sgusta en todo el grupo. Los que conozcáis el mundo del rol pensaréis que somos un grupo profesional de Cthulhu (Para los que no lo sepan es un juego basado en las historias de HP Lovecraft). Pues bien, no me gusta nada, al igual que a dos compañeros. Esto provoca que aunque a otros dos del grupo les apasiona este juego, a penas lo podamos jugar. Lo intentamos varias veces, pero las partidas no salen bien. Soy consciente que en ese caso parte de la culpa es mía, pero en un juego que no me gusta no soy capaz de centrarme lo suficiente.
Sin embargo, tenemos nuestros juegos que sí nos gustan a todos y lo pasamos como enanos: El Dungeons & Dragons. De nuevo para los que sepan de juegos de rol les chocará la contradicción que creerán que he cometido. ¿Cómo que nos gusta la interpretación y el Dungeons & Dragons? (Para quienes no lo sepan, el D&D es el juego de los combates sin historia). Pues el caso es que nuestro master de D&D se curra unas buenas historias y todos metemos mucho trasfondo e historia a nuestros personajes, con lo que conseguimos unas historias increíbles y cargadas de emotismo y epicidad.
Personalmente recomiendo que se comience a jugar a un juego sencillo con unas reglas simples, un trasfondo no demasiado complicado... Y que después todos los miembros del grupo se vayan animando a dirigir ellos también otros juegos, y así el grupo tendrá más diversidad de juegos entre los que elegir cada vez que se dispongan a jugar.
Esto funciona si el grupo juega con frecuencia, pero si se juega al rol una vez al mes, no se puede tener más de una partida empezada, esto es importante de tenerlo en cuenta.
También animo a gente que quiera crear un juego de rol basado en la historia y ambientación que no teman en crear sus propios sistemas, yo por ejemplo siempre que he sido master he creado mis propios sistemas, y todos han gustado a sus jugadores. He creado sistemas sencillos y con reglas no lógicas pero divertidas, sistemas complicados y realistas, sistemas en que un personaje novato no puede enfrentarse a no experto, y otros en los que la experiencia solo aumentan la probabilidad de tener éxito, pero no la implican.

Por último, algo que se debe tener en cuenta en todo grupo de juego es que el objetivo es pasarlo bien, muchas veces he observado discusiones en la mesa de juego por el propio juego que han trascendido de este y ha llegado afectar al grupo. Y me he topado con esto tanto como jugador como en el papel de director. Siempre que esto ocurre me siento totalmente impotente porque a fin de cuentas es un juego y ¿qué sentido tiene jugar a algo que provoca tensiones y cabreos? Hay que tener en cuenta en todo momento que tu master tiene como objetivo que te diviertas, y que si te putea en algo, debe tener como objetivo algo para entretenerte más que haya necesitado de ese puteo.
Una vez me pasó por ejemplo que por motivos argumentales me tenía que cargar a un personaje que mantenía una relación amorosa con un personaje de un jugador, la maté y este jugador se cabreó porque decía que no había tenido oportunidad de defenderla. ¡Claro! ¡Era una pesadilla en que no debías tener oportunidad!

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